Según los datos del Observatorio Financiero del Consejo actualizados este lunes, para el último trimestre del año se vislumbra una “ligera mejoría en la desaceleración” por el empuje de la demanda interna, el crecimiento del empleo, la contención de la inflación y la prolongación de la temporada turística, lo que ha motivado la revisión al alza del pronóstico para este año.

Para 2024, los economistas explicaron que tienen en cuenta que se retirarán las medidas contra la inflación aunque “sin tener certeza del momento” en que se producirá, con lo que “es difícil estimar el impacto” sobre los precios.

Además de la previsión de PIB, los economistas estiman que la inflación marcará una media del 3,7% este año y la tasa de paro acabará en el 11,8%. Destacaron que el empleo “está dando señales de resistencia”, con un descenso del paro en noviembre en 24.573 personas, tras el incremento del mes anterior, mientras que los afiliados se redujeron en 11.583 personas, tal y como publicaron este lunes el Ministerio de Trabajo y Economía Social y el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En cuanto al déficit y la deuda, prevén que el déficit público se situará en el 3,8% del PIB este año, apoyado en un aumento de la recaudación y contención del gasto, y la deuda pública alcanzará el 108,6%, nueve décimas menos que la previsión anterior debido al avance del PIB.

La incertidumbre por los conflictos geopolíticos, tanto en Europa por la guerra en Ucrania como en Oriente Próximo, “hace que las perspectivas para 2024 sean inciertas dado el frágil equilibrio en el que se mantienen las principales economías, muy abiertas y por tanto muy susceptibles ante cualquier situación adversa”, puntualizaron.