La autorización establece la información que debe suministrar periódicamente la Planta, y obliga a la intervención administrativa previa en aquellas mejoras y modificaciones que afecten a la seguridad nuclear y protección radiológica de la instalación.

También se citan como actividades que deberán realizarse cara a una futura renovación del actual permiso, el mantenimiento tecnológico mediante un seguimiento de la experiencia operativa propia y exterior, realizar una revisión periódica de la segridad y llevar a cabo un plan de gestión de la vida útil de la planta.

La Central de Almaraz dispone de dos unidades de 973,5 MW y 982,6 MW de potencia que entraron en operación comercial en septiembre de 1993 y julio de 1984, respectivamente.