Con ese aumento, el IPC superaría en los diez primeros meses el objetivo del Gobierno para todo el año, que es del 5 por ciento, pero significara una nueva reducción en la inflación interanual, hasta situarla entre el 5,3 y el 5,4 por cien.

Según los expertos del Ministerio de Economía, la mejora de la inflación se debe a que el pasado mes de octubre no se registraron acontecimientos como la huelga de transportes del año pasado, que ocasionó problemas de desabastecimiento en los comercios, lo que repercutió en el encarecimiento de los alimentos frescos.

También se dejaron sentir los efectos positivos de unos precios del petróleo sensibleente más bajos que los registrados en octubre de 1990, al dispararse el precio del crudo en los mercados internacionales tras la invasión de Kuwait.

De acuerdo con los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda, el efecto conjunto de la huelga de camioneros y del aumento de los precios energéticos tuvo una repercusión en el IPC de octubre del año pasado superior a 0,4 puntos.

Por lo tanto, los técnicos consideran que, en ausencia de ambos acontecimientos y "suponiendo un comportamiento tendenial del resto de los componentes del IPC", la tasa interanual puede mejorar hasta un 0,4 por cien respecto a la registrada el pasado mes de septiembre.

No obstante, los expertos de la Dirección General de Previsión y Coyuntura entienden que la ligera tendencia a la reducción de la inflación apuntada en los últimos meses no es del todo satisfactoria.

En su opinión, "es excesivamente lenta, teniendo en consideración que la economía española sigue en estos meses un ritmo de crecimiento sensiblementepor debajo de su potencial".

La causa de las dificultades para reducir los precios estriba, a su juicio, en que persisten rigideces en el sistema de formación de los precios "que no responden a estímulos puramente económicos".