Laborda dijo que cumplir las condiciones de Maastricht en 1997 es "muy difícil" para la mayoría de los países de la Unión Europea, como han reconocido incluso las autoridades alemanas, pero lograrlo en 1999, la segunda fecha prevista en el Tratado, sí es factible.

A su juicio, "hay suficiente tiempo y vienen, de aquí al 99 unos años buenos desde el punto de vista económico, y or lo tanto positivos de cara a reducir el déficit público".

Adujo que, incluso sin aplicar una política fiscal restrictiva, el déficit público quedaría reducido al 4,5 por ciento del PIB sólo por el efecto cíclico del mayor crecimiento económico, por lo que bastará con hacer un esfuerzo para reducir otro punto y medio del componente estructural del déficit, para dejar en el 3 por cien exigido por Maastricht.

"No digo que sea fácil. Requiere esfuerzo, pero si hay voluntad política, el esfuerzo notiene que ser tan enorme como algunos dicen, aunque sí exigirá una política seria para reducir cada año entre medio punto y un punto del déficit estructural", recalcó.