Los ecologistas solicitan la declaración del Valle de Alcudia como parque natural y dividir este entorno en tres zonas: una destinada a reserva natural, otra a labores agropecuarias y una tercera a área de recreo.

Los grupos conservacionistas intentan garantizar así la potenciación de las actividades agrícolas y ganaderas en el valle, al tiempo que promueven los valores naturales y el turismo de la zona.

Para calcular el empleo que crearía esta opcin han tenido en cuenta los parámetros que utiliza el Servicio de Parques Nacionales del Icona.

EL Valle de Alcudia y sus sierras colindantes ocupan una superficie de 200.000 hectáreas al sur de la provincia de Ciudad Real, por lo que los ecologistas consideran que su conversión en parque natural debería ir acompañada de la creación de 5 puestos de administrativo, otros 5 técnicos, 1 director conservador, 124 agentes forestales y 145 laborales.

Estos 280 puestos de trabajo contrastan con los 40 qu, según las organizaciones conservacionistas, generaría la construcción de la planta incineradora de residuos tóxicos que la empresa Mayasa y la multinacional norteamericana Waste Management Inc. (WMI) pretenden construir en Almadén.

Además, tanto la Coda, Greenpeace, como la asociación Cabañeros creen que la creación de un parque natural crearía otros 1.400 puestos indirectos en el sector servicios y en el primario.

Greenpeace insiste en que en esta zona habitan ejemplares de algunas especies enpeligro de extinción, como el lince ibérico, la nutria, el elanio azul, el halcón peregrino o el lobo ibérico.

Juan López de Uralde, portavoz de esta organización, señaló que "si el Valle de Alcudia acaba siendo un basurero tóxico será sólo por los intereses económicos de unos pocos. La incineradora es absolutamente incompatible con nuestro proyecto, porque no hay turismo donde va la basura tóxica".