Seún las organizaciones conservacionistas más sensibilizadas por el problema, actualmente sólo existen en España unos 2.000 ejemplares de este animal, de los que 300 son hembras reproductoras, lo que, a su juicio, pone en peligro la supervivencia del lobo en un plazo de tiempo no demasiado lejano.

Entre las medidas que proponen las asociaciones ecologistas para proteger al lobo, figuran la inclusión de la especie en una nueva categoría dentro del Catálogo de Especies Amenazadas, sin que ello implique decartar el control o la caza de la especie.

Los responsables ecologistas critican la política que, en algunas comunidades autónomas, como la de Cantabria, afecta directa y negativamente a la supervivencia de los lobos, y denuncian que cómo las autoridades cántabras realizan o permiten acciones de "autentico exterminio", pese a que habitualmente los daños que el lobo ocasiona en rebaños de ganado son "leves".

Según los datos de esas mismas organizaciones ecologistas, las regiones de Galicia y Castila y León cuentan con el 90 por ciento de la población española de lobos. También citan algunos nucleos aislados que sobreviven el las comunidades de Andalucía y Castilla-La Mancha.

Las mismas organizaciones conservacionistas destacaron la necesidad de hacer extensivas las medidas de protección para el lobo de Portugal, que corre el mismo riesgo de desaparecer que la especie española.