LOS ECOLOGISTAS INSISTEN EN AUMENTAR EL PRECIO DEL AGUA COMO ÚNICA FORMA DE FRENAR EL CONSUMO ABUSIVO Y LA MALA CALIDAD
- Exigen un mayor control de la calidad de las aguas para abastecimiento
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Las organizaciones ecologistas insistieron hoy en la urgente necesidad de fomentar un consumo de agua sostenible y aumentar el precio del agua como dos de las medidas que pueden permitir hacer frente a la actual sequía y tratar de paliar la mala calidad de las aguas que ha puesto de manifiesto un estudio de la OCU.
Asimismo, Greenpeace y Ecologistas en Acción abogaron por incrementar el control que se realiza sobre las aguas destinadas al abastecimiento.
Para Julio Barea, responsable de la Campaña de Aguas de Greenpeace, el estudio presentado por la organización de consumidores, que advierte de que el agua del grifo no es potable en seis ciudades españolas, "no es ninguna sorpresa".
"Es un reflejo del agua que estamos teniendo y de cómo estamos tratando nuestras aguas. No nos sorprende demasiado que salgan estos resultados tan malos", declaró a Servimedia. "Es un reflejo claro de nuestros malos hábitos y de la mala gestión del agua que se está realizando en la práctica totalidad del país".
Barea advirtió de que "como sigamos con esta tónica" de despilfarrar el agua, cada vez será de peor calidad "y eso nos abocará a tomar agua embotellada, que es un gran negocio".
La fórmula para frenar esa tendencia, añadió, está en repercutir el precio real del agua a los usuarios. "Eso es lo más importante", indicó. "España es el país de Europa donde menos se paga por el agua que se consume, cuando además es un recurso muy escaso, y, sobre todo, lo estamos maltratando. Hay que intentar preservar la calidad de nuestras aguas, por lo menos las aguas de abastecimiento, que son fundamentales para la vida".
Por su parte, el responsable de Ecologistas en Acción, Santiago Martín, reconoció que los datos del informe de la OCU son "bastante preocupantes", porque revelan que no se estaría cumpliendo la normativa.
"Tiene que haber un mayor control sobre la calidad de los abastecimientos por parte de las administraciones, que se está dejando en manos de las empresas", denunció.
En su opinión, España no puede renunciar al privilegio de poder beber agua del grifo. "Es un valor muy importante que tenemos, y estudios como éste deben servir para dar un toque de atención y que se intensifiquen los controles", concluyó.
(SERVIMEDIA)
24 Feb 2006
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