Ridimoas asegura que el Gobierno gallego se ha mostrado de acuerdo con su iniciativa y que ya la ha tramitado al Ministerio de Obras Públicas y Transportes, que es el que tiene que tomar la decisión. Las señales se colocarían en un tramo de tres kilómetros.

El portavoz de Ridimoas, Pablo Oitaden, dijo a Servimedia que esta medida "sería muy beneficiosa para la agricultura de la zona -las viñas del Ribeiro-, ya que etos anfibios son insectívoros y su excesiva disminución obligaría al uso de plaguicidas artificiales".

Oitaden señaló que, desde la ampliación de la carretera en la que proponen que se coloquen las señales, los sapos mueren cada día por centenares al acudir a desovar al río Avila.

La situación se agrava, según Oitaden, porque "los sapos gustan de aparearse al calor del asfalto, con lo que las muertes se producen por parejas".

La respuesta de los conductores, señala Pablo Oitaden, no se ha heho esperar y antes de que se acometiera la señalización, "ya hemos apreciado que muchos de ellos disminuyen la velocidad al pasar por la zona".

A su juicio, la medida no sería muy engorrosa para los automovilistas, "porque la presencia masiva de sapos sólo se produce durante diez días al año, coincidiendo con las primeras lluvias de la primavera"

Oitaden ha diseñado ya, a solicitud de la Consejería de Obras Públicas, el croquis de la futura señal, que consistirá en un triángulo de borde rojo en cyo interior resaltaría sobre fondo blanco la silueta negra de un ejemplar de sapo.