Según John Hontelez, presidente de la organización conservacionista, "si queremos que la conferencia ofrezca resultados postivos, son necesarios rápidos progresos en una amplia serie de materias ambientales, tecnológicas y económicas".

El pasado miércoles, el presidente estadounidense, George Bush, no quiso aceptar una propuesta de estabilización en los niveles de emisión de CO2, que ya ha sido asumida por la CE.

Aunque la Comunidad Europea, Canadá, los Estados escandinavos y Japón han presionado a EE.UU. para que acepte esa medida, la Casa Blanca considera que puede suponer una amenaza para el empleo y la economía nrteamericanos.

Amigos de la Tierra (AT) mantiene que "la Administración Bush ha ignorado las destructivas consecuencias de los modelos de desarrollo expansivo exportados por la corriente americana".

Para Humberto da Cruz, secretario general de AT en España, "la intrasigencia de EE.UU. amenaza con hundir la conferencia de Río de Janeiro, al dejarla sin acuerdos".

"Sugerimos", agregó, "que de continuar la obstrucción de la Administración Bush, las otras naciones consideren seguir adelante con cuerdos globales en la reunión de Brasil".

También el Fondo Mundial para la Naturaleza ha criticado la actitud de la potencia norteamericana, por considerar perjudica que al Tratado del Clima.