La primera iniciativa de esta asociación es empezar a denunciar el grave riesgo que, en su opinión, conlleva la construcción de proyectos hidrológicos en el ecosistema del Guadiana.

Junto a la asociación ecologista Ojo con el Guadiana, forman parte de este movimiento los grupos Defensa Ambiental Camaleao y Almargen, de Portugal. Estas organizaciones han mantenido un encuentro de varios días en el castillo uso de Castro Marim, para analizar la situación del Guadiana y fijar un plan de acción.

Como conclusión del encuentro, los conservacionistas aseguran que en los últimos 20 años el Guadiana ha visto reducido su caudal en un 56 por ciento, debido fundamentalmente a las obras hidráulicas realizadas en el tramo español del río.

Por este motivo, consideran que la construcción anunciada de la presa de Alqueva y otras obras recogidas en planes hidrológicos españoles no harían más que agravar aún más la ituación, como es el caso del azud (sistema de extracción para regar campos) próximo a su desembocadura, que destruiría las riberas cercanas y el ecosistema del estuario del río.

Entre las demandas que estos colectivos piensan defender a ambos lados de la frontera está la renuncia de la Administración a estos proyectos, al tiempo que reclamarán la creación de comisiones de vigilancia mixta hispano-portuguesas para erradicar la pesca ilegal en el estuario del Guadiana.