Según el GEM, en los últimos meses se ha detectado un aumento de la venta y consumo de pescado inmaduro "bastante alarmante, porque no parece existir una voluntad real de acabar con esa práctica ilegal por parte de as autoridades encargadas del control de la venta de especies inmaduras".

La venta de especies inmaduras y de chanquetes no se limita ya a unos pocos establecimientos, sino que puede comprobarse su presencia en una buena parte de los bares y restaurantes costeros de la provincia y en la inmensa mayoría de los mercados que se celebran a lo largo de la geografía provincial.

La pesca y comercialización de cualquier tipo de especie inmadura o del llamado chanquete está prohibida por la legislación esañola debido a los daños que produce su captura en los recursos pesqueros. Además, por cada kilo de inmaduro capturado se acumulan unas pérdidas próximas a las 75.000 pesetas teniendo en cuenta el precio y el peso que alcanzaría si se hubiera dejado crecer.

Para el GEM, es un hecho preocupante que a pesar de que la venta de inmaduros se produce en la mayor parte de los establecimientos y puntos de venta "con un descaro casi absoluto, los agentes de la autoridad que deberían controlar este tipo de actiidad ilegal parecen no verlo".

En cualquier caso, los ecologistas insisten en que los policías locales actúan por mandato de los ayuntamientos y "creemos que en este aspecto los responsables municipales se han relajado excesivamente; si no existe voluntad política real de acabar con ese problema, será muy difícil que se solucione".