"Las bombas que cayeron en 1966 han dejado una huella qu perdura hasta nuestro días", aseguran los ecologistas. "De toda la extensión contaminada, hay dos zonas de unas siete hectáreas que están severamente contaminadas de plutonio y, en menor medida, de americio, elemento que se produce por la desintegración del plutonio".

El comunicado agrega que, al tratarse de una contaminación difusa, no es fácil eliminarla y su mayor peligro es que las particulas emitidas sean ingeridas o respiradas, lo que supone que las zonas contaminadas no puedan dedicarse a la aricultura o a la construcción.

Según Ecologistas en Acción, "el plutonio tiene un periodo de semidesintegración muy largo y habrán de pasar 24.400 años para que su cantidad se reduzca a la mitad, lo que supone que el suelo será eternamente inútil para cualquier actividad".

La organización ecologista denuncia "el silencio que todavía se cierne sobre las consecuencias de este grave incidente", en referencia a las cuatro bombas nucleares que en enero de 1966 cayeron accidentalmente en la zona procedntes de un avión norteamericano.