La organización conservacionista asigna una "bandera negra" a la zona que presenta un impacto medioambiental de mayor gravedad, como un importante vertido contaminante o agresiones urbanísticas, y un "punto negro" a la que sufre daños de menor grado. Según Ecologistas en Acción, las causas de esta alarmante situación en las costas españolas se deben a una urbanización desmesurada de grandes complejos turísticos como campos de golf y puertos deportivos asociados a viviendas de tipo vacacional, la escasa e inadecuada depuración de las aguas residuales, grandes vertidos industriales al mar y las regeneraciones de playa.

Para la asociación, la concesión de este alto número de "suspensos" demuestra el alto grado de transformación y degradación que está sufriendo el litoral español y sitúa a ecosistemas de alto valor ecológico en peligro de desaparición inminente.

El informe hace un estudio detallado del litoral, destacando sobre todo el Levante, Costa del Sol y las islas Canarias. Estas zonas son las más atacadas porque sufren una gran cantidad de vertidos sin depurar, explica el estudio.

Además, Ecologistas en Acción considera problemático el desmesurado incremento de las infraestructuras portuarias, que provocan impactos sobre la dinámica del litoral debido al tráfico marítimo, y los procesos de eutrofización, que suponen un aumento progresivo de la cantidad de nutrientes en un medio acuático, lo que lleva a una gran producción de materia orgánica produciendo el colapso y degradación del ecosistema.