Según la entidad, sería importante también conocer la geometría de esas fisuras, ya que, en el caso de que fuera circular, el riesgo de que se produjese una ruptura antes de la fuga sería muy elevado y la dificultad de detectar esta ruptura aumentraría la posibilidad de un accidente nuclear severo.

El deterioro del reactor número 1 de Ascó II compromete el futuro de esta central nuclear, a que se tendría que optar por entrar en una dinámica de reparaciones continuas o bien proceder nuevamente a costosas renovaciones de materiales de una central, que, en 1996, ya invirtió unos 50.000 millones de pesetas en cambiar sus generadores de vapor, afectados por una fuga por corrosión.

Ecologistas en Acción ha expresado su profundo desacuerdo con las manifestaciones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y de la empresa, que intentan presentar el problema como si se tratase de una avería que pude solucionarse con una simple reparación puntual.