Según los ecologistas, "estas dosis colectivas llegan a ser de 2.500 miliSievert por persona, el triple de las que se suelen producir en otras centrales nucleares, y ella sola supone el 35% de la dosis total de todas las nucleares, que fue de 7.065 miliSievert por persona en el año 2000".

La organización indica que los trabajadores de centrales nucleares suelen recibir dosis radiactivas siempre que se introducen en las llamadas "zonas calientes", por ejeplo cuando se realizan reparaciones en las zonas del núcleo del reactor o cuando se produce la parada para extraer el combustible gastado y realizar la recarga del nuevo combustible.

A juicio de Ecologistas en Acción, la causa de las altas dosis que se registran en Cofrentes es que al agua de refrigeración que circula por el circuito primario está contaminada con los productos de la corrosión que ocasiona.