Los ecologistas argumentan en una nota que las labores de desmantelamiento se prolongarán durante más de 10 años, lo que garantizará los puestos de trabajo.

Asimismo, los fondos de Enresa y el Plan de Desarrollo Alternativo contribuirán a que no se pierda empleo en Garoña, según los ecologistas.

Por ello, la ONG solicita que cesen las presiones sobre el Gobierno con ese argumento "para evitar el cierre de esta peligrosa central".

Finalmente, Ecologistas en Acción solicita un acuerdo entre las administraciones locales, autonómica y central, con participación de los agentes sociales, para elaborar un proyecto de desarrollo alternativo que permita mejorar el nivel de vida en la zona.