Alfredo Martínz, de 36 años, decidió subir a la antena, de unos 20 metros de altura, a primeras horas de esta mañana, como gesto de protesta contra el empecinamiento de las autoridades almanseñas en colocar el repetidor en esa zona de la sierra, a pesar de los requerimientos de los conservacionistas.

Los ecologistas locales consideran la iniciativa de las autoridades desacertada y poco sensible para con los intereses de conseervación medioambiental de la comarca, muy rica en animales silvestres, especialmente rapacs y otras aves en peligro de extinción.

Las gestiones dasarrolladas por las fuerzas de la Guardia Civil y de la policía de Almansa que acudieron a lo largo del día al repetidor para tratar de que el ecologista depusiera su actitud, fracasaron, por lo que, portavoces oficiales esperaban que la acción de protesta concluyese con la llegada de la noche.