Según UCE, "los ciudadanos están cada vez más concienciados con la necesidad de preservar el medio ambiente" y otorgan una mayor valoración a los productos fabricados de forma respetuosa para el medio ambiente.

Según la encuesta, solo el 2 por cien manifiesta indiferencia hacia las consecuencias medioambientales, valorando antes cualquier otra cualidad del producto a comprar.

Las comunidades autónomas más sensibles a las cuestiones medioambientales son Valencia, Extremadura y Baleares, mientras Cantabria y La Rioja son las que muestran menor atención por estas cuestiones.

A pesar de los resultados, los autores de la encuesta señalan que la actitud descrita "no implica una preferencia por aquellos prodctos que utilizan el argumento ecológico como reclamo publicitario para su venta". Más aún, los consumidores muestran "recelo y desconfianza" hacia este tipo de publicidad "cuando no se facilita una información complementaria que justifiquye su calidad ambiental".