El proyecto de las ecociudades fue anunciado por el primer ministro británico, Gordon Brown, el pasado verano, como una de las respuestas a la escasez de vivienda.

Estas ecociudades tendrán un máximo de 20.000 viviendas, cada una de ellas construida a no más de 400 metros de una parada de autobús u otro sistema de transporte público, informó "The Guardian".

Además, estas comunidades también deberán ser "neutras" en su consumo de agua, lo que significa que no deberá haber un aumento de su consumo como consecuencia de los nuevos desarrollos urbanísticos. Para ello, se utilizará el agua de lluvia y se reciclará la ya empleada, para su posterior reutilización.

Un ejemplo en el que se miran los proyectos del Reino Unido es la ciudad alemana de Freiberg, que es la que ha ido más lejos hasta ahora en la adopción de medidas restrictivas del uso del coche.

En Freiberg hay carriles-bici y los autobuses y trenes han reemplazado a los vehículos privados. Cualquiera que desee poseer su propio automóvil debe pagar 16.250 euros por el espacio para estacionar, además de una tasa mensual.