En rueda de prensa convocada de improviso en el Congreso, Echenique atestiguó estar “siguiendo con mucha preocupación” lo que está pasando en el Pleno del TC, que “está dudando si toma o no una decisión que sería inédita” desde que en 1985 se suprimieron los recursos previos de inconstitucionalidad porque “afectaban gravemente a la separación de poderes y a los equilibrios fundamentales” del sistema democrático.

El portavoz de UP denunció que el TC se plantee “intervenir la capacidad de la sede de la soberanía popular para hacer sus tareas” y advirtió a su “ala derecha” de que, si lo hiciera, “llevarían a una crisis del sistema democrático sin precedentes” y estarían “cruzando una línea roja muy peligrosa”, la del “golpe blando”.

“Quiero conminar al ala derecha del Tribunal Constitucional a que depongan su actitud y desconvoquen el pronunciamiento antes de que sea demasiado tarde”, manifestó, añadiendo a preguntas de los periodistas que, aunque Unidas Podemos no tiene senadores, si los tuviera les instaría a desobedecer al TC.

“Pensamos que, si una orden va en contra de la propia Constitución, que dice que el mandato de hacer leyes lo tienen las Cortes, no habría motivos para acatar una orden como ésa”, apuntó, en línea con lo ya expresado en otra rueda de prensa por su compañera de partido y coportavoz de la Ejecutiva del mismo Alejandra Jacinto.

Echenique destacó que, si el Constitucional suspendiera la tramitación de la reforma de la sedición, “sentaría un precedente según el cual cada vez que la derecha y la ultraderecha, que están en minoría en esta Cámara porque perdieron las elecciones, cada vez que una ley no les guste podrían intentar utilizar el recurso al Constitucional para intervenir su tramitación”.

En esa línea, llamó a “imaginarse que una minoría parlamentaria, controlando por detrás el órgano de garantías, tuviera la capacidad de paralizar o de alterar el trámite legislativo de las leyes recurriendo a un tribunal caducado precisamente porque esas mismas fuerzas han decidido no renovar los órganos constitucionales”. Así, se reafirmó en que la situación es “de máxima gravedad”, por lo que “lo que tiene que pasar es que el ala derecha del TC desconvoque el pronunciamiento y deponga su actitud”.