Larrazábal afirmó en el Parlamento de Vitoria que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha condicionado la prórroga de la licencia de explotación de la central a la inversión de 50 millones de euros en materia de seguridad, "de lo que fácilmente se deduce la existencia de graves defectos de seguridad".

Asimismo, rechazó "las informaciones interesadas" que vienen lanzando los propietarios de Garoña, que pronostican un incremento del 10% en las facturas de la luz si se confirma el cierre de la central.

Para Larrazábal, tales augurios "rozan el ridículo" porque Garoña sólo genera el 1,4% de la electricidad producida en toda España y no llega al 7% de la electricidad producida en las centrales nucleares españolas.

A su juicio, la central de Garoña ya está amortizada y resulta fácilmente sustituible, como muestra el hecho de que en 2008 sólo las centrales eólicas de Castilla y León produjeron un 40% más de electricidad que esa central nuclear, por lo que es mejor sustituirla con energías renovables.