Según el concejal de Hacienda, Antonio Serrano, "la bancarrota" del ayuntamiento es consecuencia de la "caótica situación" de las arcas municipales heredadas de los anteriores gestores.

Para sanear la Hacienda local, el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid aplazará el abono de las deudas pendientes a los acreedores y les propondrá un plan de de pagos ajustado a las circunstancias actuales.

Asimismo, el equipo de gobierno municipal potencará la gestión tributaria municipal y actualizará los padrones fiscales para erradicar y evitar el fraude fiscal.

Según las mismas fuentes, todos estos proyectos se llevarán a cabo mediante una estrecha colaboración con el Ministerio de Economía y Hacienda.

Como consecuencia de estos ajustes, los vecinos de Rivas-Vaciamadrid recibirán próximamente el recibo de la liquidación de la contribución territorial urbana correspondiente a ejercicios pasados.

Para los actuales responsables de la Concealía de Hacienda de Rivas-Vaciamadrid, el ayuntamiento no es el único responsable del citado retraso, ya que la Administración del Estado incumplió sus obligaciones al no confeccionar a su debido tiempo las correspondientes liquidaciones.

En un díptico, que el ayuntamiento repartirá próximamente entre los vecinos del pueblo, títulado "La bancarrota de nuestro ayuntamiento" se cifra en unos 1.400 millones de pesetas el total de la deuda, de los que 769 millones corresponden a la deuda generada hasta juio de 1981, 470 a gastos pasivos financieros a largo plazo y 94 a otras operaciones de tesorería.