La nueva corporación decidió desarrollar esta medida tras comprobar que la Hacienda local estaba en una situacón "caótica", según indica el propio folleto en su prólogo.

La deuda que arrastra el ayuntamiento de este municipio madrileño asciende, en el presente mes, a más de 1.300 millones de pesetas.

Los técnicos de la concejalía de Hacienda, explican en el documento que la recaudación líquida obtenida en el primer semestre representa el 10,06% de los ingresos ordinarios del presupuesto vigente, "lo que es insignificante ante la deuda contraída".

La solución que los nuevos ediles aportan pasa por imoner una reducción "drástica" del gasto municipal durante los próximos ocho meses, además de acudir a un aplazamiento de los pagos de las deudas pendientes.

El ayuntamiento comunicará al grupo de acreedores municipales cuál es la situación económica y financiera real y, también, les propondrá un plan de viabilidad de pagos ajustado a sus circunstancias.

Por otra parte, los responsables municipales potenciarán la gestión tributaria municipal, con el fin de lograr la máxima actualización de los padones fiscales "para erradicar los graves errores cometidos y evitar el fraude fiscal".

En esta localidad madrileña existe un retraso en el cobro de liquidaciones de la Contribución Urbana Territorial de varios ejercicios.

Los concejales señalan en el folleto que el ayuntamiento no es el último responsable del retraso, "ya que la Hacienda Central no cumplió con sus obligaciones al no confeccionar en su debido tiempo las correspondientes liquidaciones".