Según el primer edil, la corporación no quiere efectuar una actuación especial para ir levantando los separadores físicos d los carriles, por lo que lo hará a medida que proceda al asfaltado de las calles.

"De esta forma, dijo, la obra tendrá un coste mínimo y se molestará lo menos posible a los ciudadanos".

En opinión del concejal de Infraestructuras y Obras, Enrique Villoria, el coste sólo se reducirá al empleo de maquinaria y mano de obra.

"Además", añadió, "los bordillos nunca estuvieron implantados firmemente en el suelo, sino adheridos, lo que evitará tener que hacer una obra muy importante, sino simplemene el levantamiento de los separadores".

Indicó que, paralelamente, el ayuntamiento, que reparará la superficie si queda dañada por esa goma aherente, irá colocando unas bandas sonoras, que inicialemente serán de cuatro clases, de las que se escogerá, según los resultados, la definitiva.

La Cuesta de San Vicente, El Paseo del Prado, la calle Alcalá y el Paseo de las Delicias serán los lugares en los que, a partir de la noche del 31 de julio, inicio de la "operación asfalto", desaparecerán los actules bordillos cuya longitud asciende, en total, a cerca de 2 kilómetros.

"Además, el area de Circulación estudia la colocación de bandas sonoras en otras calles en las que, hasta ahora, no existían carriles-bus, ya que han demostrado que son eficaces", concluyó el responsable de Obras.