Los vecinos de las zonas consideradas como "puntos negros" y de las barriadas marginales descansan en estos días de la presencia de los traficantes de estupefacientes que, en ocasiones, trasladan su "negocio" a las zonas costeras.

Anque algunos de ellos se llevan drogas a su lugar de vacaciones, según la policía, lo normal es que los "narcos" las vendan como último recurso, sólo en el caso de quedarse sin dinero o las usen para su propio consumo.

Lo más habitual es que los narcotraficantes, al funcionar mediante clanes familiares u organizaciones, dejen a otra persona encargada de las transacciones, mientras el máximo responsable de la red disfruta de su descanso estival.

Los agentes realizan un número similar de intervencines, pero los sospechosos suelen recurrir a trucos como el de cambiar el número de placa que identifica a su chabola, con el fin de confundir a los funcionarios que intenten realizar un registro policial.

En general, los núcleos chabolistas coinciden con los "puntos negros" de venta de drogas. Así, parte de los habitantes de La Celsa, Los Focos, La Cruz del Cura, el Cerro de las Liebres, los pozos del Huevo y del Tío Raimundo, y de la Ribera de San Fermín mantiene sus actividades, de forma ajena al caor y al éxodo vacacional.

MENOS ASISTENCIA

Los servicios asistenciales que prestan a los drogadictos y a sus familias diversas organizaciones también disminuyen y sólo son atendidos los casos puntuales más graves, según explicó a esta agencia un portavoz de la Federación de la Comunidad Autonóma de Madrid de Ayuda al Toxicómano.

Los padres que tienen bajo su tutela a un hijo "enganchado" suelen llevárselo con ellos de vacaciones, ya que que los grupos de trabajo colectivos quedan paralizados duante estos meses.

La Jefatura Superior de Policía considera que el número de delitos baja porque la gente abandona masivamente la ciudad, lo que propicia una disminución en todo tipo de actividades, incluso de las conductas ilícitas. Sin embargo, no hay estadísticas oficiales que permitan avalar estos datos.

Mientras que los "especialistas" se toman un respiro en sus actividades habituales, aumenta el porcentaje de lesiones y disputas por motivos aparentemente triviales.

Las discusiones entr vecinos, las peleas matrimoniales, las denuncias por ruidos molestos y las agresiones, son frecuentes en esta época del año, según los entendidos debido a que el calor aumenta el nerviosismo.

"REVIENTAPISOS"

La campaña promovida por el Ministerio del Interior y la policía madrileña para evitar los robos en domicilios durante las vacaciones parece dar buenos resultados, ya que la gente se ha concienciado de que no hay que dar facilidades a los "revientapisos".

Los métodos que más utilizan los "acos" para desvalijar las viviendas son, por este orden, el forzar las puertas de acceso de los pisos, el procedimiento de la "escala" y el uso de llaves falsas.

Según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid durante el primer semestre de 1991 los delitos descendieron en un 8,7 por ciento respecto al mismo período del año anterior. Los únicos que crecieron fueron los relativos a la libertad sexual: 240 en 1990 frente a los 335 denunciados en lo que va de año.

Pese a todo, siempre habrá algúnincauto que pique en el timo de la estampita o se enrede entre las manos profesionales de los "trileros", que instalan sus mesas en las zonas céntricas de la ciudad para atrapar con sus cubiletes a ingenuos y turistas.