En su intervención ante el Pleno de la Cámara Baja en el que se aprobará el Estatuto de Cataluña para continuar su tramitación en el Senado, Duran comenzó saludando y dando la bienvenida en catalán a los presidentes de las instituciones catalanas, Pasqual Maragall y Ernest Benach, entre otras, así como al ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.

El dirigente de la federación nacionalista centró sus reproches en el PP y no en ERC, que se descolgará del "cuatripartito" con su voto en contra, porque, argumentó "hoy es un día importante para Cataluña, y también es un día importante para España. No sería lógico que invirtiese mi tiempo y mis energías en discutir entre nosotros, los catalanes".

Explicó que la tramitación del Estatuto "no ha sido un parto fácil, adversarios los ha tenido, como la bancada del PP, pero no sólo en el ámbito político, también en el mediático y eclesiástico. Ha habido adversarios que lo han sido dolosamente, y aquí acabo, porque no es el día para abrir frentes de debate innecesarios".

"Las heridas que se han abierto tardarán en cicatrizar, de tanto querer a España", advirtió, hay más "separadores en España que separatistas en Cataluña", como demuestra la instalación de "mesas petitorias", las colocadas por el PP para recoger firmas contra la reforma.

Denunció que se acuse a los catalanes de "insolidarios, y de discriminar al castellano en Cataluña", en una campaña centrada en el Estatuto pero que persigue otros fines. "Basta ya de utilizar a Cataluña simplemente por fines e intenciones partidistas, para erosionar al partido en el Gobierno", reclamó.

El secretario general de CiU reconoció que el Estatuto que se aprueba hoy "no es el que desemos, pero tampoco el que se hubiera conseguido en estas Cortes de no mediar nuestra propuesta y nuestra capacidad negociadora, y tampoco es, ni de lejos, el Estatuto de 1979, es muy superior".

DESLEALTAD DE LOS GOBIERNOS

Subrayó que este Estatuto "no es para cuatro días, ni cuatro, ni ocho, ni doce años, no tiene esa provisionalidad, no podemos permitirnos poner encima de la mesa este debate cada dos por tres", y prometió que "CiU será leal a este Estatuto como fue leal al de 1979".

"Si alguna deslealtad ha tenido el de 1979 no ha venido de las filas de CiU, sino de los gobiernos de los grupos mayoritarios en esta cámara", agregó, por lo que preguntó al PP si va mostrar lealtad al marco estatutario si recupera el Gobierno.

Duran quiso dejar claro, ante los mensajes sobre la ruptura de España, que "no existe en Cataluña voluntad de segregación del conjunto del Estado, no hay ninguna mayoría que sustente la separación, la Generalitat es Estado, lo que queremos es que se nos deje ser lo que somos".

"Nuestros sentimientos son irrenunciables, no somos ni peores ni mejores que otros pueblos del Estado, somos lo que somos, y a partir de lo que somos podemos compartir un proyecto común", enfatizó.

VOLUNTAD DE SER NACIÓN

Resumió los avances logrados con la reforma estatutaria, como la definición de nación. "Qué es nación sino la cultura, la lengua, la historia, pero, sobre todo, una voluntad de serlo, y quién mejor que el Parlamento de Cataluña para explicitar esta declaración en el preámbulo del Estatuto".

Duran se felicitó también por el reconocimiento de los derechos históricos, la equiparación legal del catalán con el castellano, o la consecución de "más y mejores competencias" para hecer frente a la aplicación "desleal" por parte de los gobiernos centrales del Estatuto vigente.

Culminó su discurso con un agradecimiento a las fuerzas nacionalistas gallegas, vascas y canarias que respaldarán el Estatuto, así como el trabajo de los ponentes de los diversos grupos, "también del PP", al portavoz socialista y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de quien "algún día la historia escribirá su aportación", que ha hecho posible este Estatuto.