Eso es lo que se desprende de la reflexión que Duran incluye en la carta semanal que escribe a los militantes de Unió Democràtica de Catalunya, a la que tuvo acceso Servimedia.

Duran subraya que al comienzo de la reunión las posiciones de Estados Unidos y la UE eran divergentes, ya que Obama daba prioridad al gasto y los mandatarios de Francia y Alemania, haciendo frente común, defendían sobre todo más control del sistema.

El acercamiento final era algo "que cabía esperar", ha quedado claro que las grandes potencias "se toman en serio la crisis", pero Duran se muestra partidario de esperar a ver los resultados antes de evaluar la efectividad de lo acordado en Londres.

En todo caso, subraya que no ha escuchado ni leído ninguna propuesta concreta emanada de la delegación española aunque "con amabilidad, y siempre según fuentes de Moncloa, Rodríguez Zapatero ha sido capaz de trasladar la idea de que mediaba entre Obama y Sarkozy y Merkel".

Duran comenta que el presidente de una entidad financiera le comentó justo después de la reunión de Londres que el acercamiento previsible podría permitir al presidente español aparecer como el equilibrado entre unos y otros.

"Lástima que también puede parecer que no es ni carne ni pescado, o dicho de otra forma, que no tenía posición propia, que es lo que a mí me parece", concluye.