En su intervención en el Debate sobre el Estado de la Nación, Duran confió en que Zapatero se haya dado cuenta de que "lo barato sale caro", en referencia al cambio de actitud de ERC, y se felicitó de que "a lo largo de los últimos meses usted y sus ministros han concertado el apoyo de CiU con mayor asiduidad".

"Se abre un nuevo ciclo en esta legislatura que empezó con un sólido bloque o alianza parlamentaria que ya no es tal. No creo que vaya a producirse una simple sustitución de unos aliados por otros", agregó. "El tránsito hacía una nueva situación será seguramente mucho más compleja".

Advirtió de que "nuestro apoyo siempre ha tenido contrapartidas, ése es el juego democrático", porque en CiU "no damos cheques en blanco. En primer lugar, porque queremos saber qué se va a hacer con el cheque. Y en segundo lugar, porque nos han enseñado que es un grave riesgo poner la firma en un cheque sin que previamente se haya consignado el importe".

"Es lo que se llama responsabilidad y diligencia". prosiguió. "Responsabilidad es ser consciente de nuestras diferencias ideológicas y programáticas. Responsabilidad es asumir que la gobernabilidad es un bien para España, y que desde el nacionalismo catalán se puede y se debe contribuir a ella".

ACTITUD PUERIL

Duran recordó a Zapatero que en el anterior debate no se aprobó ninguna de las resoluciones de CiU porque fue un requisito impuesto por ERC para respaldar al PSOE, mientras que su grupo parlamentario "nunca le exigirá aplicar el mismo rasero, nunca supeditará el reconocimiento de logros positivos para nuestra sociedad en función de quienes los obtengan".

Contrapuso esta actitud a la posición de "algunos respecto al nuevo Estatuto, que no se afirma en base a los contenidos, sino en la reacción tan pueril como irracional y desatinada ante quién y cómo los ha hecho posibles. Reacción que puede entenderse durante unos días, pero que aparece como absurda, inmadura e irreflexiva cuando se sostiene más allá del comprensible rebote inicial".

El secretario general de CiU confió en que el próximo 18 de junio Cataluña responda en el referéndum con un voto "enérgico" de respaldo al Estatuto a la "actitud propagada a los cuatro vientos" de quienes piden el "no", porque "se sabe y se siente utilizada con el único fin de que el banco azul cambie de titulares".

UNIDAD PARA EL FINAL DE ETA

En cuanto a la política antiterrorista, expresó su recuerdo y reconocimiento a las víctimas y sus familiares, y recalcó que "siempre hemos estado al lado del Gobierno", al que pidió que "contribuya a la unidad democrática, al diálogo con todos y cada uno de ellos, primando al principal partido de la oposición y a su líder pero no excluyendo ningún otro grupo parlamentario".

Explicó que "el fin de la violencia no tiene precio político, pero la política puede contribuir al fin de la violencia",y eso exige "sensibilidad por parte de su Gobierno para que quienes representamos la pluralidad de esta cámara y especialmente el grupo principal de oposición y también el propio Gobierno vasco conozcan los pasos a dar por comunicación directa y no a través de declaraciones o intervenciones públicas y menos si éstas son de su partido".

"Es la hora de mirar con firmeza el futuro pero con las luces largas, no las de posición. No es la hora de protagonismos personales, ni del Gobierno, ni de nadie, fuera o dentro de la política. Es la hora de intentar todos juntos, policía, víctimas, jueces, políticos... sentar las bases para que el final de la violencia sea irreversible. Que si el fracaso llega, nunca pueda señalarse a otro responsable que no sea a ETA y su entorno", indicó.

SEGURIDAD E INMIGRACIÓN

Por otro lado, Duran se refirió al incremento de la delincuencia organizada, que hace necesaria una reforma del Código Penal, entre otras medidas, y criticó a los "voceros destacados en airear falsedades que perjudiquen el autogobierno de Cataluña", al atribuir la petición de más efectivos de la Guardia Civil a la poca eficacia de los Mossos d'Esquadra.

Indicó que en esta materia no se puede actuar "a golpe de crónica de sucesos", y criticó que se mezcle "el serio y grave problema de la delincuencia organizada con el de la inmigración", lo que considera una "grave irresponsabilidad, porque desde la demagogia se fomenta tácitamente o expresamente la xenofobia y el racismo".

Ante la inmigración, que desvinculó expresamente del debate sobre seguridad, denunció que "el Gobierno ha ido a remolque de los acontecimientos", y le emplazó a poner en marcha "una política de gestión de los flujos migratorios eficaz. Y eso exige, una firme voluntad política en diversas direcciones: implicando a Europa a fondo", y vinculando esta política a la de desarrollo.

DESEQUILIBRIOS ECONÓMICOS

En el ámbito económico, subrayó "desequilibrios" como la "inflación desbocada", las carencias innovación e investigación, y el déficit exterior. Repasó las insuficiencias de la reforma laboral pactada con los agentes sociales, aunque expresó su satisfacción ante la reforma fiscal.

En materia de vivienda, apuntó que "lo que debería archivarse como pasado es la Sociedad Pública de Alquiler, cuya gestión es un fracaso absoluto", y pidió que se destinen sus recursos a las comunidades autónomas que tienen atribuida la competencia exclusiva.

Por otro lado, emplazó a Zapatero a "abrir un gran debate sobre la energía nuclear, sin apriorismos, sin complejos, con pedagogía", como alternativa transitoria hasta que se logren fuentes más seguras. En la política de agua, insistió en la necesidad de estudiar a fondo el posible trasvase del Ródano, con lo que "se podría mantener intacta el agua del Ebro para sus usos actuales".