En declaraciones a Servimedia, Durán señaló que "los contactos están funcionando y están siendo fluidos pero el acuerdo es complicado porque no se trata de una negociación basada en si se paga un punto más o menos que el marcado por el IPC".

Según Durán, "la compañía no tiene ningún problema en comprometerse a que ningún piloto sea despedido como consecuencia de la creación de Catair ya que Iberia asegura que la nueva aerolínea no tendrá repercusión directa en la situación profesional de los pilotos".

Por ello, está convencido del acuerdo "si este fuera exclusivamente el problema, porque hasta ahora los planteamientos han sido algo más ambiguos".

Durán recordó que, en un primer momento, el Sepla exigía pilotar los aviones de Catair y que luego pidió que Iberia no invirtiera en el sector del bajo coste.

"La empresa no está dispuesta a negociar sobre su política comercial y empresarial y eso es algo a lo que tiene derecho ya que son decisiones que quedan fuera del ámbito de las relaciones laborales", prosiguió Durán, quien agregó que "el origen del problema no son los puestos de trabajo, es la puesta en cuestión de una decisión empresarial por parte de los pilotos".

Finalmente, recordó que "después del laudo del 2001 ha habido cuatro años de paz laboral y no hay elementos para que ahora sea distinto, ya que existen las bases para que se hubieran mantenido las relaciones tal como estaban".