A falta de información oficial sobre el suceso, la hipótesis barajada apunta a que el taxista fue golpeado y asesinado en el interior del propio vehículo por varias personas, con la intención de robarle. En el asiento del conductor aparecieron manchas de sangre.

Posteriormente el cadáver, semidesnudo, sería arrojado al río Ons dsde un puente de la parroquia de Cerponzóns, a pocos kilómetros de Pontevedra. En otro lugar cercano apareció el cuchillo que podría haber causado la muerte de Jesús Chico, que deja viuda y dos hijos de corta edad.

Los taxistas de Pontevedra y comarca mantienen hoy una jornada de luto por la muerte de Jesús Chico, que será enterrado esta tarde en la parroquia de Mourente.

El presidente de la asociación de autopatronos del taxi de Pontevedra, Teodoro Fontán, estimó que el motivo de la agresión pud ser el robo del coche, que sin embargo apareció a tres kilómetros del cadáver, con la franja distintiva tapada con pintura y sin ninguno de los distintivos que identifican a los taxis.

Portavoces del sector manifestaron hoy su intención de recuperar un acuerdo adoptado hace tres años, a raíz de la muerte violenta de otros dos taxistas a manos de atracadores. Los taxistas identificarán a los clientes que les inspiren desconfianza y entregarán sus datos a otro compañero de profesión antes de hacer una arrera.

La de Jesús Chico es la tercera muerte violenta de un taxista en Pontevedra en poco más de tres años. En diciembre de 1990 fueron asesinados José Barcia Franco y Celestino Carballo.