Juanatey, que se ha enterado por los periódicos de que el Gobierno le había denegado el indulto solicitado hace año y medio, manifestó que su caso podría desanimar a otros jóvenes que intentan dejar el mundo de las rogas y la delincuencia, al ver que la sociedad no reconoce la reinserción.

Manuel Juanatey está casado desde hace dos años y es padre de un niño de pocos meses. Trabaja en la unidad de atención a los drogodependientes de la villa coruñesa de Noia, como enlace entre los técnicos y los jóvenes "yonkies" que intentan dejar las drogas.

El pleno del Ayuntamiento de Noia debate hoy una moción en la que se reclamará al Gobierno que considere su decisión de no conceder el indulto a "una persona que estáplenamente reinsertada y luchando a tope por la reinserción de otros".

Por su parte, el ex alcalde de Noia y dirigente de Alternativa Galega, Pastor Alonso, dijo que con la denegación del indulto lo que se hace es quitar la luz a un faro, "que eso está siendo Manuel Juanatey para muchos jóvenes con problemas de drogas".

Pastor Alonso resaltó que incluso el fiscal era partidario de la concesión del indulto y achacó la decisión a razones políticas. "Estoy convencido de que ni en España ni en Europahay caso alguno tan sangrante", dijo, y manifestó que su partido, del que Juanatey es responsable del área de lucha contra las drogodependencias, luchará a fondo para impedir que vuelva a la cárcel.

Manuel Juanatey tiene todavía dos juicios pendientes, por un robo y por un incidente con las fuerzas del orden, en el que el fiscal le quiere procesar por atentado, aunque asegura que él sólo fue testigo accidental.