El diputado socialista Antonio Martinón, portavoz del Grupo Parlmentario Socialista en materia de Drogas, considera en su escrito a la mesa del Congreso que se han producido una serie de cambios en la sociedad que deben ser rápidamente afrontados por los poderes públicos desde un nuevo Plan Nacional sobre Drogas (PNSD).

A su juicio, en 1998 las pautas de consumo son muy distintas a las de la década pasada. En su argumentación, el diputado socialista asegura que a principios de los años 90 el consumo de heroína se había estancado y comenzó a descender su prevalenci.

Pero insiste en que, al mismo tiempo, y con un ritmo similar, aparecieron otros problemas relacionados con la cocaína, el consumo de alcohol por parte de los adolescentes los fines de semana y la repentina explosión de las drogas de diseño y otros preparados anfetamínicos, que habían sido retirados de las farmacopea española en los años 80.

Por todo esto, y por la nueva distribución de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas, al haber asumido éstas la dirección y coordinación e su territorio de los Planes sobre Drogas, los socialistas solicitan que se revise el PNSD, recabando propuestas de la Delegación del Gobierno para el PNSD, la opinión de las comunidades autónomas, los ayuntamientos, los agentes económicos y sociales, las ONGs y los expertos, con el fin de incorporar todas las propuestas al nuevo plan.