El informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, presentado hoy en Madrid por la delegada de Naciones Unidas en España, Isel Rivero, advierte sobre el incremento del consumo de esta sustancia en un grupo de países entre los que se encuentra España.

Por su parte, Castroviejo explicó que el metilfenidato, que se comercializa en España sólo por los "Laboratorios Rubió" bajo el nombre comercial de Rubifén, se utiliza para tratar el déficit de atención y concentración ue tienen los niños hiperactivos.

Esta sustancia estimulante, según explicó, provoca una reacción contraria en el niño hiperactivo, los seda y hace que presten más atención. Por el contrario, si se les administra sedantes se ponen mucho más nerviosos.

Según el citado neurólogo, sus colegas españoles sólo prescriben esta sustancia a niños en edad escolar, en dosis muy moderadas, y sólo los días que van al colegio. "No se ha dado ni un sólo caso de adicción a esta medicina, sólo se vende con receta y no se puede automedicar", apostilló el especialista.

Castroviejo subrayó que los neurólogos pediátricos españoles recetan esta medicina, en general, mucho menos de lo que se debiera, porque debe estar muy controlada y hay muchos pediatras que deben hacer el seguimiento de este tratamiento y no conocen este producto demasiado bien.

Por contra, admitió que en Estados Unidos el abuso de este estimulante es un fenómeno muy extendido, pero no en el resto de los países. "Desde luego en España no se a", sentenció Castroviejo.

Los neurólogos españoles, que son los que tienen que prescribir este medicamento, lo recetan de forma muy prudente, sólo a los estrictamente necesarios, sólo a niños a partir de 6 años y cuando ha pasado la edad escolar a nadie se le receta.

PERFIL HIPERACTIVO

A juicio del doctor Castroviejo, lo importante en este síndrome es informar a los padres de que el metilfedinato es simplemente para que los niños estén más tranquilos y rindan más en sus estudios, pero "no es l panacea, porque el principal remedio es que los padres admitan a su hijo tal y como es".

"Lo que ocurre en EEUU es que los padres no tienen tiempo de atender a sus hijos, ni son lo suficientemente maduros para afrontarlo", criticó el citado neurólogo.

En el 50 por ciento de los casos de niños hiperactivos este síndrome es transmitido genéticamente por uno de los progenitores, principalmente por el padre, y normalmente el padre tampoco tiene paciencia para aguantar al niño e intenta resolverlo too a base de "pildorazo", según los expertos.

Muchos hiperactivos desconocen que lo son, según Castroviejo, que indica como actitudes fundamentales de un niño hiperactivo que nunca está quieto; se levanta constantemente de la mesa a la hora de comer, tiene problemas con la escritura y el aprendizaje, no trabaja en el colegio y se muestra rebelde con profesores y padres; en el fondo los hiperactivos se sienten incomprendidos y tristes.