Así se puso de manifiesto en una reunión de trabajo organizada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (AD), a la que asistieron, bajo la presidencia de honor de la Reina Sofía, expertos y responsables de drogodependencias de varias comunidades autónomas.

El psiquiatra Luis Rojas Marcos, responsable de los Hospitales Públicos de Nueva York, manifestó que las grandes ciudades son un punto de referencia obligada para observar claramente "cómo las drogas destruyen la fibra ciudadana desde su misma base: la familia, los colegios y el trabajo".

"Cada día son más los observadores que apuntan que las drogs y sus consecuencias son el reflejo más dramático de la desintegración de los usos sociales que azotan a las grandes ciudades", señaló Rojas Marcos.

José Antonio Marina, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, indicó que lo más importante para evitar las drogas y la violencia juvenil es la educación, con el fin de impedir que las soluciones tengan que venir por la "vía policial".

Para Javier Elzo, director de Investigación en el Instituto Deusto de Drogodependencias, la prevención de la volencia juvenil tiene que comenzar por trabajar con dos objetivos claros: la eliminación de la exclusión social, por un lado, y una educación en el respeto a los derechos humanos, por otro.