Con motivo de la apertura de esta Semana Europea, expertos alemanes se han reunido en Hamm (Alemania) para hacer un balance de la situación y han destacado que la lucha contra las drogodependencias no sólo consiste en centrarse en las nuevas drogas de diseño -como el éxtasis-, sino también en el preocupante problema del alcoholismojuvenil.

Agregaron que si beber una copa de vino al día es bueno para el corazón, beber en exceso puede tener consecuencias negativas, como la cirrosis o un mayor riesgo de cáncer. Creen que las campañas contra el consumo de alcohol han tenido un efecto positivo y se basan en el ejemplo de Alemania, país en el que el consumo ha descendido notablemente desde 1990 de forma gradual: de una media de 175,9 litros por cabeza en 1990, se ha pasado a 160 litros, según datos del año pasado.

Según las cifrs del Observartorio Alemán contra la Drogodependencia, el alcohol se cobra alrededor de 40.000 vidas cada año en el país. Un 19% de los accidentes de tráficos se deben a este consumo y cerca del 2,5% de la población alemana se considera que es alcohólica. En una reciente encuesta, un total de 6,6 millones de alemanes entre 18 y 59 años confesaron tener problemas con el alcohol.

A lo largo de esta semana, en toda Europa se llevarán a cabo distintas acciones en cada país, contando con la presencia de pares, afectados por las drogas, pedagogos y jóvenes. Portugal, por su parte, ha propuesto realizar un sondeo a través de Internet sobre la prevención de la drogodependencia en las escuelas europeas.