El 25 de febrero de 1991, funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y del Servicio de Vigilancia Aduanera aprehendieron 2.000 kilos de cocaína en un barco de nacionalidad colombiana que navegaba por aguas próximas al archipielago canario.

Meses después, el 6 de mayo del mismo año, efectivos de la Guardia Civil de los puestos coruñeses de Cedeira y Valdoviño descubrieron flotando en aguas gallegas 44 fardos que scondían 1.320 kilos de cocaína pura, procedente de países sudamericanos.

El último alijo importante de cocaína incautado en España se descubrió en la localidad madrileña de Brunete, el 2 de noviembre de 1992. El alijo de 963 kilos de cocaína, procedente de Colombia, se encontraba escondido en una autocaravana aparcada en una vivienda unifamiliar del citado municipio. En la operación, la policía detuvo a 12 personas.