En estos pisos viven cerca de 200 personas con ditinta discapacidad, que reciben asistencia a través de programas orientados a su integración social "como ciudadanos autosuficientes que no precisan de asistencia institucionalizada", dijo Blasco.

El titular de Bienestar Social destacó la importancia de estas viviendas, gestionadas habitualmente por asociaciones y organizaciones no gubernamentales, porque ofrecen a las personas con discapacidad y a los enfermos mentales con autonomía "un espacio íntimo y más cercano a sus necesidades que las residencis y los centros de atención especial".

El piso tutelado trata de ser una alternativa a la vida en una residencia para las personas de este colectivo. Además, Blasco considera que las viviendas tuteladas "deben entenderse como un instrumento de tránsito hacia una nueva vida".

El consejero agregó que quienes residen en estos pisos "sienten que pertenecen a la sociedad y que han ganado la independencia que toda persona desea, y al mismo tiempo se encuentran protegidos, ya que cuentan con unos tutore que les ayudan a iniciar el camino de su autosuficiencia".

Por otro lado, indicó que la Administración necesita la colaboración de todos los estamentos sociales y, en este sentido, alabó el esfuerzo de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que ha destinado este año 601.012,11 euros para el mantenimiento del programa de viviendas tuteladas, con lo que se conseguirá incrementar en 13 el número de pisos que funcionarán este año en las tres provincias.

En Castellón se gestionan tres pisos, dos n Castellón ciudad y otro en Vilafamés; en Alicante existen 11 viviendas, tres de ellas en Alicante capital y dos en Villena, repartiéndose el resto entre Denia, Elda, Monóvar, Alcoi, Elche, Orihuela, y en Valencia existen actualmente 26 pisos tutelados, 4 en Rocafort, 4 en Gandía, 2 en Godella, 9 en Valencia capital y una residencia en Onteniente, Oliva, Cheste, Enguera, Torrente, Bétera y Aldaia.