Para prevenir este tipo de accidentes, la mayoría de los 17.000 encuestados popone como soluciones más habituales la adopción de medidas preventivas en la organización física del espacio en el hogar y no dejar solos en ningún caso a los niños.

De acuerdo con los datos de la encuesta, no llega a un tercio el número de personas que conocen o tienen anotado un teléfono de urgencias al que acudir en caso de accidentes infantiles.

Las madres son, en el 42,7% de las ocasiones, las encargadas de elegir los medicamentos en caso de accidentes de sus hijos, cuando la afección se cosidera leve; los padres asumen esa tarea en el 33 por ciento de los casos y el resto (16,7%) es responsabilidad de hermanos mayores.

POR ZONAS

Teniendo en cuenta las zonas en las que está dividida la casa, los datos recogidos por CECU indican que un 41,3 por ciento de los encuestados considera que el riesgo más importante que corren los niños en una terraza es el relacionado con las posibles caídas, para lo que se propone en un 36,9% de los casos la instalación de barandillas altas, medida que ademá evitaría el lanzamiento de objetos al exterior, que supone un peligro para los transeuntes.

La cocina es considerada el lugar más peligroso de la casa por excelencia, al reunir todos los riesgos asociados: la existencia de aparatos electrodomésticos, de productos de limpieza y de elementos cortantes.

En esta zona de la casa, los problemas derivados de la electrocución y las quemaduras son los que más preocupan a un 45,8 por ciento de los padres, seguidos de las hemorragias por cortes, un 26,9%,las intoxicaciones y atragantamientos, que un 21,3 por ciento lo considera muy peligroso.

De éstos, el 41 por ciento de los encuestados opina que la medida más eficaz de seguridad es no dejar objetos o productos considerados peligrosos a su alcance, así como adoptar medidas disuasorias como impedir el acceso con una valla e instalar cerraduras en los cajones.

Además, casi un 25 por ciento de los consultados piensa que es una buena medida preventiva no guardar productos en envases distintos a losoriginales, para no provocar la confusión.

SOLUCIONES MAS RAPIDAS

Ante los atragantamientos, casi la mitad de los consultados ve como solución idónea el traslado a un hospital (42,1 por ciento cuando se trata de extraer un objeto de la garganta de un bebé y 45,6% cuando la criatura pierde el conocimiento).

El 38,2 por ciento dice que en caso de electrocución lo mejor es desconectar de inmediato la red general, y un 34,7 por ciento opta por el traslado a un centro hospitalario del afectado, despés de haberle separado con algún objeto aislante de la fuente de electricidad, si ésta no ha podido ser desconectada.

En caso de quemaduras, la actuación en caso de que la ropa del niño se prenda fuego se divide al 30 por ciento para cada una de las opciones a elegir: neutralizar la fuente de calor, no correr, revolcarse por el suelo, cubrir al afectado con una prenda de abrigo y no quitarle la ropa.

Cuando el niño se intoxica por la ingestión de productos de limpieza, un 36 por ciento de los pades optaría por no dar comida, bebida ni medicamentos, ni provocar el vómito; algo más de un tercio airearía la estancia al estar provocada la intoxicación por un gas y sólo el 28 por ciento llamaría de inmediato al Instituto Nacional de Toxicología.