Ambas entidades difundieron un comunicado después de que el psiquiatra Aquilino Polaino afirmara en el Senado el pasado lunes que la homosexualidad es una patalogía.

Estas sociedades de psiquiatría explicaron que "en ninguna de las dos clasificaciones internacionales de las enfermedades (o trastornos) mentales actualmente vigentes (Organización Mundial de la Salud y Sociedad Americana de Psiquiatría) figura la homosexualidad como una categoría de trastorno mental".

"Esto significa", puntualizaron, "que la comunidad científica internacional no reconoce ningún tipo de carácter patológico a esta conducta".

Por ello, añadieron que "cualquier manifestación que cuestione este hecho ha de ser considerada una mera opinión personal, sin que, en ningún caso, represente el estado actual del conocimiento científico y/o la práctica profesional de los psiquiatras".

Las dos organizaciones justificaron esta aclaración "con el fin primordial de que opiniones personales sean situadas en este estricto contexto y de ninguna forma puedan ser atribuidas a 'los psiquiatras' o a 'la psiquiatría' como disciplina o especialidad médica".

Finalmente, estas sociedades lamentaron "estas situaciones perfectamente evitables y recuerdan que, entre los cometidos de las sociedades científicas, se encuentra precisamente el proporcionar un asesoramiento válido y fiable en el campo de sus competencias".