Hacia las 6,30 de la mañana, el patrulla radar de la Policía Municpal estaba estacionado en el arcén de la carretera de circunvalación M-30, en las proximidades del parque Tierno Galván.

En esos momentos, una furgoneta chocó violentamente contra el vehículo municipal, en el que se encontraban los dos funcionarios, causando la muerte en el acto del agente Ricardo Rios Rivera.

El conductor del vehículo, que lo había robado media hora antes, se fugó a pie, mientras que Gerardo Terrón Moral fue trasladado al Hospital Doce de Octubre, donde falleció poco después de u ingreso.

Por otra parte, sobre las siete de la mañana la policía recibió la denuncia de una persona a la que un individuo con sangre en la cara y otras partes del cuerpo había tratado de robar su furgoneta en la Plaza de Legazpi.

Esta pista permitió a los agentes localizar al sospechoso cuando transitaba por la calle Princesa en una nueva furgoneta que había sustraido momentos antes.

El presunto delincuente fue trasladado al Hospital Clínico, donde los facultativos le atendieron de sus herdas y le realizaron un análisis de sangre, a fin de comprobar si era del mismo grupo que la que fue hallada en la furgoneta que arrolló a los agentes municipales.

El sospechoso fue reconocido por el hombre al que trató de robar en la Plaza Legazpi, aunque su responsabilidad en los hechos no se podrá confirmar definitivamente hasta que sean conocidos los resultados de los análisis.

Ricardo Rios Rivera y Gerardo Terrón Moral son los dos primeros agentes municipales de Madrid que fallecen este año e acto de servicio.

Durante 1990 murió uno, el cabo Angel Pineda, que falleció abatido a tiros en la puerta de una joyería del barrio de Vallecas, al enfrentarse a un ladrón al que sorprendió robando en el establecimiento.