Según informó dicho parque, las dos especies de pingüinos que protagonizan esta historia tienen lugares de origen bien diferentes.

Los pingüinos de Magallanes habitan en el sur de Sudamérica, tanto en el océano Pacífico como en el Atlántico, y anidan en las costas de Argentina, Chile y en algunas islas, como las Islas Malvinas, pudiendo migrar al sur de Brasil.

Por su parte, los pingüinos de Jackass viven en las pequeñas islas de Dassen y Dyer y en las costas cercanas al cabo de Buena Esperanza, al sur de África.

Fue a primeros del pasado mes de mayo cuando los cuidadores de la instalación de mamíferos marinos del Zoo comprobaron que una pareja de pingüino de Magallanes, comenzada a incubar un huevo.

Sin embargo, a los pocos días vieron cómo la atención del futuro pollito no era todo lo buena que debía ser, seguramente por falta de experiencia de sus papás, según informaron fuentes del citado parque zoológico.

Así, preocupados por la situación y para prevenir que se malograra la cría, los responsables de la instalación decidieron hacer un cambio, retirar el huevo y colocarlo en el nido de dos hembras de Jackass, "que ya habían dado prueba de ser muy buenas madres".

El pasado 7 de junio nació el pepueño pingüino, al que los cuidadores han llamado Alf. Sus mamás le cuidaron debidamente y el polluelo fue ganando peso e independencia con el paso de los días. Actualmente ronda los 900 gramos de peso y ha comenzado a dar sus primeros pasos fuera del nido.

Alf tendrá que esperar 3 ó 4 meses para darse su primer chapuzón, momento en el que cambiará el plumón que actualmente cubre su cuerpo por el plumaje juvenil/adulto que esta impermeabilizado con el que podrá bañarse.