Los militares, antes de salir despedidos de sus asientos, consiguiron dirigir el avión hacia una zona deshabitada y en la caída del aparato no se produjeron daños a terceros. Los pilotos pudieron saltar en paracaídas y salieron ilesos.

Un helicóptero del 803 Escuadrón del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) trasladó a los militares al Hospital Naval de Cartagena, donde fueron sometidos a un reconocimiento médico.

El avión estaba pilotado por el capitán Carlos Barcala Sierra, instructor de 34 años, y componente de la Patrulla Acrobática "Aguila", y por el alférez Ilefonso Martínez-Pardo González, de 25 años, alumno de cuarto curso.

Hasta este mediodía se desconocían las causas del accidente, por lo que se ha abierto una investigación para esclarecerlas, según las mencionadas fuentes.