Hace dos años se iniciaron las negociaciones entre las direcciones de ambos partidos cuya crisis, sin embargo, no ha afectado al normal desarrollo de la coalición Izuierda Unida en Baleares desde entonces, dijo hoy su coordinador general, Eberhard Grosske.

Explicó que esta reunificación de los comunistas de Baleares "no tiene como objeto acallar las voces discrepantes de los abueletes del partido"; por el contrario "es un síntoma de que ha finalizado la crisis en la coalición y que comienza una nueva etapa de impulso de IU", subrayó.

El nuevo partido recibirá el nombre original de Partido Comunista de las Islas Baleares y aporta, tras la unificación, alrededr de 300 militantes que se sumarán a los 600 que componen actualmente la coalición de IU en Baleares.

Grosske reconoció que los problemas personales entre dirigentes de ambas formaciones, PCB y PCIB, "frenaron en su día lo que el sábado se producirá".

Aunque eludió comparar esta división con la que todavía afecta a Cataluña respecto a sus consecuencias políticas, recalcó que "el objetivo no es el de recuperar una rémora del pasado sino voces que hasta ahora permanecían en la sombra y que siguen sendo válidas al proyecto de la coalición", concluyó.