La primera de las íctimas, Antonio Bonilla Burgos, de 41 años de edad, perdía ayer por la tarde la vida, al caer desde una altura equivalente a cuatro pisos, cuando trabajaba encaramado sobre un andamio realizando tareas de albañilería.

El accidente pudo estar ocasionado por una sobrecarga de material de construcción sobre el andamio, que supuestamente no estaba bien asentado sobre la calzada, ni poseía las medidas de seguridad oportunas.

Juan de la Rosa Guerrero, el operario herido en este accidente, evoluciona fvorablemente dentro de la gravedad en un hospital malagueño. Este trabajador ayudaba en el tajo al fallecido Antonio Bonilla.

Menos de veinticuatro horas después del accidente en la construcción, a la una y media de este mediodía, un trabajador de una empresa publicitaria, Joaquín L.J., de 20 años de edad, al caer desde una altura de cinco metros.

Con estas dos muertes, el número de víctimas laborales en la provincia de Málaga en el presente año se eleva a ocho. Los sindicatos han elevado sus proestas a la Delegación de Trabajo de la Junta de Andalucía, al entender que en ambos sucesos se advierten carencias en materia de seguridad e higiene.

Según la central sindical CCOO, en el caso del accidente en la empresa de construcciones Prolares, ninguno de los trabajadores estaban dados de alta en el registro de la Seguridad Social, además de estar sometidos a una fuerte presión laboral.

Al parecer, en ninguno de los dos accidentes mortales, los trabajadores estaban los suficientemente protegios, tanto por la ausencia de cinturones de seguridad, como de red protectora para caídas.