Tras el suceso, el niño fue trasladado a un hospital de la capital grancanaria, donde quedó ingresado tras facilitar un nombre y domicilio falsos. Dos días más tarde se presentó en el cento sanitario una persona que dijo ser su padre y se lo llevó, en contra de la opinión de los médicos que le atendían.

Según publica hoy el periódico "Canarias 7", los hechos sucedieron el pasado 22 de diciembre en la localidad de San Fernando de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria, cuando los dos menores se acercaron al niño, que jugaba en el barrio de Las Casillas, y sin que mediase palabra uno de ellos le roció con alcohol de 96 grados y el otro le prendió fuego.

Unas personas que pasaban por llí pudieron sofocar las llamas que habían convertido al menor en una bola de fuego, mientras los otros dos niños huyeron.

Trasladado a un centro facultativo, el niño fue enviado al Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, donde quedó internado y registrado bajo el nombre de Moisés R.M., que resultó ser falso.

Dos días más tarde se presentó en el hospital su presunto padre, que también dio un nombre que era falso. Este individuo manifestó a los médicos su indignación por lo ocurrio y dijo que quería llevarse al niño.

Aunque los facultativos se negaron alegando que el pequeño necesitaba estar ingresado al menos quince días, finalmente el supuesto padre se fue con el menor.

Los doctores que atendieron al niño manifestaron que les había impresionado que, a pesar de las dolorosas heridas que sufría, el menor no hubiese expresado en ningún momento dolor y no mostrase siquiera alteración, "como si estuviese hipnotizado".

Según los datos recogidos por el periódico, este extaño incidente puede estar relacionado con algún tipo de rito satánico en el que estarían implicados un grupo de menores.