Las víctimas, los primos Salvador y Diego Ramírez Ramírez, eran operarios de mantenimiento de maquinaria de la empresa, en la que trabajan desde hacía 15 y 10 años, respectivamente.

En el momento de producirse l siniestro, hacia las 2,45 de la madrugada, se encontraban a unos 500 metros de profundidad para reparar una pala mecánica averiada.

Tanto la dirección de la mina como los representantes del comité de empresa han anunciado que abrirán una investigación para determinar los motivos del accidente.

El secretario general de Súria K, Juan Jesús Fernández, dijo que el siniestro había sido "fortuito y imprevisible" y que causó una gran conmoción en la cuenca minera.

Fernández aseguró que los sistems de seguridad de la mina no fallaron, aunque agregó que es difícil prever la caída de una piedra de grandes dimensiones como la que hoy se desprendió, de 7 metros de longitud.

Las instalaciones de la mina, perteneciente al grupo público Teneo y en la que trabajan 1.100 personas, quedaron paralizadas en señal de duelo hasta que mañana se celebren los funerales por los dos fallecidos en la iglesia parroquial de Súria, una población cercana a Manresa.

El alcalde de la localidad, Antoni Julián, tambén anunció a los comerciantes que mañana se cerrarán todas las tiendas por el mismo motivo.

Un grupo de mineros intentó salvar la vida de Diego Ramírez, que aún mantenía sus constantes vitales minutos después de la caida de la piedra, pero falleció a primeras horas de la mañana en el Hospital General de Manresa.