Barrios y De la Cruz hicieron este relato durante su declaración como testigos en la Sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid, que juzga el denominado "caso Bono", llamado así por la supuesta agresión que el entonces ministro de Defensa sufrió durante la concentración de la AVT.

Ambos militantes del PP manifestaron ante el tribunal que desde el momento en que un coche policial fue a buscarles a Las Rozas se sintieron detenidos, pero ninguno de los agentes les comunicó personalmente que así fuera. Sólo cuando llegaron a comisaría y tuvieron que suscribir un formulario de detención vieron confirmado lo que hasta entonces era una "sensación".

De la Cruz puntualizó en este punto que, cuando vio la palabra "detenido" en el encabezamiento del documento que debía suscribir, preguntó a los agentes que la atendían por qué estaba detenida, pero los dos policías "no supieron contestar". "Me dijeron que eso era una hoja que existía en comisaría y que cuando se llegaba había que firmarla", apostilló.

No obstante, aseguraron que el trato en comisaría fue "correcto en todo momento" y, ante las preguntas del abogado del Estado, José Francisco Javier Sánchez Domínguez, reconocieron que ni estuvieron custodiados por agentes, ni estuvieron esposados, ni les retiraron los teléfonos móviles, ni les tomaron fotografías o huellas dactilares.

LLAMADA DE LA POLICÍA

Isidoro Barrios relató que sobre las diez de la mañana del martes 25 de enero recibió en su casa una llamada de una persona que se identifica como "de la Policía", que le pidió que acudiera a comisaría para declarar. Como se acababa de levantar, pidió tiempo para poder arreglarse y concertó que un coche policial le recogiese en su casa sobre las doce de la mañana.

Barrios dijo haber llamado de inmediato tanto a su hijo menor, que se encargó de buscar un abogado a través de un amigo, como a su amiga Antonia de la Cruz, quien acudió a la puerta de su casa junto a su hermana. Al llegar dos agentes, tanto él como Antonia de la Cruz y la hermana de ésta subieron al vehículo policial para ser trasladados a Moratalaz. Detrás, en otro coche, iban la mujer y el hijo menor de Isidoro Barrios.

En su declaración, De la Cruz aseguró que ella no había recibido ninguna llamada de la Policía para declarar, pero los dos agentes que fueron hasta Las Rozas le comunicaron que tenían intención de llamarla, por lo que ella misma se prestó a acudir a comisaría "para evitar pasar un mal trago dos veces".

Al llegar a la sede de la Brigada de Información de Madrid, en el barrio de Moratalaz, les hicieron firmar un formulario de "detención" y prestaron declaración individualmente ante un instructor y un secretario. Ambos identificaron al instructor como uno de los tres imputados (el agente con número 16.259), pero aseguraron que ninguno de los otros dos era la persona que ejerció como secretario y tomó nota de sus palabras.

Agregaron que sobre las seis de la tarde abandonaron las instalaciones policiales en un vehículo camuflado que les llevó hasta una "rotonda cercana", donde les esperaba el hijo menor de Isidoro Barrios con su coche particular para llevarles de vuelta a Las Rozas.

Barrios y De la Cruz resaltaron haber sufrido un episodio muy fuerte de "nervios" desde que al día siguiente de la manifestación aparecieron sus fotografías en los periódicos y, muy especialmente, desde que el lunes 24 de enero escucharon que la Cadena Ser daba sus nombres. En su opinión, les detuvieron y llevaron a comisaría para declarar por "ser militantes del Partido Popular".