El proyecto, denominado "Pedaladas de solidaridad", pretende demostrar que existe una buena calidad de vida después de un trasplante.

Aitor Aulestia nació el 15 de marzo de 1959 en Ondárroa. Al cumplir los 22 años le detectaron una insuficiencia renal crónica y en 1987 los médicos concluyeron que un riñón de su hermano mayor, Gorka, era la única esperanza para salvar su vida.

"Me sentí el más afortunado del mundo al ser elegido entre los familiares; quería hacerlo y no dudé un instante cuando en privado me llamaron de Barcelona para comunicarme que mi riñón era el idóneo para mi hermano. Hacía tiempo que mi hermano Aitor se consumía poco a poco y sabíamos que no podría aguantar mucho más en esa situación. Estuvimos muy bien informados y no teníamos dudas de que todo saldría bien", aseguró Gorka.

Por su parte, Aitor declaró que "ahora soy uno más. Tengo mi actividad laboral y de forma paralela trabajo con intensidad mi parcela deportiva". "Igual que los paralímpicos, nosotros tenemos nuestros campeonatos de trasplantados, que se celebran por todo el mundo y en España también".