La primera explosión se produjo, por causas desconocidas según las mismas fuentes, en la localidad de La Robla a las 6 de la mañana y derribó una torreta de alta tensión situada en este municipio.

Una hora después, alrededor de las 7 de la mañana, otra explosión se produjo en la línea de ferrocarril León-Gijón a la altura de La Perruca en el kilómetro 55, entre las estaciones de tren de Pajares (Asturias) y Busdongo (León).

La segunda explosión, cuyas causas tampoco han sido dadas a conocer, provocó la interrupción del tráfico ferroviario por espacio de más de tres horas, quedando restablecido a las 11 de la mañana.

La compañía ferroviaria Renfe tampoco ha podido explicar las causas de la explosión ni realizar una valoración de los daños materiales ocasionados en la columna que resultó derribada y la caseta de comunicaciones qe quedó destruida.

Como consecuencia de esta segunda explosión, Renfe trasbordó por carretera a los veintiún viajeros de un tren regional entre Gijón y León.

A pesar de que no hay constancia oficial de las causas de ambas explosiones, las primeras investigaciones apuntan que podrían estar enmarcadas en un conflicto minero en la zona.