Según señalaron a Servimedia fuentes de dicho departamento, el joven Mikel Otegi, de 24 años, tuvo un enfrentamiento "físico y verbal" con un agente de la Ertzaintza fuera de servicio, tras lo cual éste puso una denuncia contra el joven por "amenazas y agresiones".

Posteriormente, hacia las 10'30 horas, una patrulla de seguridad ciudadana, formada por Iñaki Mendiluce, de 26 años, y José Luis González Villanueva, de 34, acudieron hasta las cercanías del domicilio de Otegi sin que tuvieran conoimiento "de que existía dicha denuncia", realizando un servicio normal, como suelen hacer habitualmente, aseguraron dichas fuentes.

En ese momento, el presunto asesino les salió al paso y les disparó varios tiros de escopeta en la espalda, falleciendo ambos en el lugar. Los dos cuerpos fueron trasladados hasta el Instituto Anatómico Forense de San Sebastián donde se les practicará la autopsia.

Un testigo presencial indicó a Servimedia que el joven, el menor de un total de 12 hermanos, se encontraa desayunando en un bar junto a su sobrina y se dirigió al ertzaina fuera de servicio sin que éste le respondiera y, al salir del local, y sin mediar palabra, el joven le asestó dos bofetadas al agente.

Los sucesos más graves vinieron a continuación, con la muerte de los dos policías. Después, nuevos agentes de la Ertzaintza acudieron al lugar de los hechos y detuvieron al presunto asesino, que fue entregado a la policía por uno de sus hermanos y sin oponer resistencia.